Día sí, día también, vemos noticias de malas prácticas en el mundo empresarial que perjudican a la sociedad y dañan la reputación de todo el colectivo. Hemos estado en el VI Encuentro Nacional del grupo Líderes Empresariales Cristianos, celebrado recientemente, para contar cómo ellos contribuyen de forma positiva en esta esfera.
El grupo nació en 2017 con la idea de ser una asociación nacional que aúne todos los empresarios, directivos y profesionales que hay en España para trabajar el networking y colaborar unos con otros. Además, como hombres y mujeres de fe en Jesús, tienen el deseo de ser sal y luz aportando los valores bíblicos allí donde desempeñen su liderazgo. El evento reunió a un centenar de personas llegadas de toda España bajo el lema “Marcando la diferencia” y juntos pudieron expresar sus inquietudes en grupos de reflexión, así como ser estimulados por testimonios personales de ámbitos como la política o el arte.
También contaron con dos conferenciantes que expusieron de manera práctica las enseñanzas bíblicas. Jaime Fernández Garrido, escritor y comunicador, aseguró que, en una sociedad que siempre nos está pidiendo cosas, que hagamos bien nuestro trabajo, debemos darnos cuenta de que lo importante somos nosotros, no tanto lo que hacemos. Para Fernández, el trabajo es un regalo de Dios.
También el empresario David Garrofé expuso que “estamos llamados a una consagración integral, no existe el individuo mundano y el individuo celestial, es un solo cuerpo, una sola unidad, que se alimenta sobre la misma fuente, que es la palabra de Dios y que tiene que impactar en nuestro día a día”.
La edición giró en torno a las necesidades y retos actuales en el campo profesional y cómo Dios ayuda y consuela. Además, concienció a los empresarios cristianos sobre la oportunidad que tienen de generar transformación social con su actividad.