“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” es una de las frases más enigmáticas de Jesús. ¿Puede Dios abandonarse a sí mismo? ¿Verdaderamente Jesús fue abandonado por su Padre? ¿Nos puede abandonar también a nosotros?. Son solo algunas de las preguntas que hoy trataremos en nuestro programa.